Los escépticos descartaron que Romeo Santos triunfaría en solitario tras la inesperada separación del grupo Aventura.Con la desbandada de los cuatro reyes de la bachata urbana, se tejieron rumores en torno a los proyectos futuros que cada uno de ellos (Max, Lenny y Henry Santos) emprenderían en la música.
Fue el 10 de enero de 2010 que Romeo dio a conocer la noticia que muchos esperaban: firmaba con la multinacional Sony Music un contrato por el cual, según trascendió, recibía US$10 millones y tenía que grabar cinco álbumes. El primero de ellos fue Fórmula Vol. I con el cual el talentoso cantautor empezó a dar pasos firmes teniendo su nombre como figura única.
El artista no perdió tiempo, tomó lápiz y siguió componiendo (nunca dejó de hacerlo) y en pocos meses desde que anunció su fichaje con Sony estrenó “You”, su primer sencillo en independiente. El resto es historia. El 11 de febrero del 2011, de la mano de Félix Cabrera, empresario dominicano afincado en Nueva York, debutó en concierto, a lo grande, en el Madison Square Garden de esa ciudad.
Todo arrancó con una fecha y Romeo terminó haciendo tres. Una locura. Como sucedió en diciembre pasado en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, allí ofreció dos conciertos que cifraron un récord que será difícil de superar.
Tres años, miles de copias vendidas de su álbum de debut en Estados Unidos y América Latina, disco del cual se popularizaron más de 12 temas de sus 18 propuestas, nominaciones a premios importantes, incluyendo una al Grammy anglosajón, arenas y estadios llenos al tope de público que sigue apoyando su afortunada carrera. Romeo Santos vibra de felicidad.
